Quien se acuerda de ellos, de sus enfermedades, de sus familias, como las nuestras que luchan por un futuro tan negro como el nuestro, y negro carbón en tiempos de pena y suspiros por la supervivencia en la que preferimos comprar la materia prima necesaria para las centrales térmicas en los países de Europa del este ya que la mano de obra y los derechos son baratos, como la vida de aquellos de la Planta 14. Hoy son los mineros ayer fue la leche mañana, serán los tomates, que en otra parte se producen mas tempranos y mas baratos porque el obrero tiene los mismos derechos que una liebre en el llano de el Berbe el mes de Noviembre.
Compañeros no miréis hacia otro lado que mañana nos tocara ha nosotros echarnos a la calle aunque sea de mano de unos sinvergüenzas llamados sindicatos que miraban hacia otro lado mientras no les tocaran el bolsillo y han dejado degenerar hasta la situación actual y todos lo sabemos pero es hora de lucha.
Y en la guerra y en tristeza me acuerdo de ella, como decía Víctor Manuel, si me acuerdo de ella de esa vida tranquila y sosegada en que todas las mañanas sabia donde ir.
Los tiempos nos dicen que no vale la charla con el amigo/a, que lo que es señal de exito es todo aquello que da dinero . Un dinero que metes en el banco para que ellos te roben prestandotelo. Y seguimos ciegos, mirando solo el interes individual. Por eso , para mi, valen las personas que son capaces de hacer cosas por los demás sin esperar o incluso a sabiendas que nunca le devolverán el favor, hacer cosas sin esperar nada a cambio ni siquiera el cielo.
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